Texto 1
Pero al
igual que un hombre que camina solo y en la oscuridad, tomé la resolución de
avanzar tan lentamente y de usar tal circunspección en todas las cosas que
aunque avanzase muy poco, al menos me cuidaría al máximo de caer. Por otra
parte, no quise comenzar a rechazar por completo algunas de las opiniones que
hubiesen podido deslizarse durante otra etapa de mi vida en mis creencias sin
haber sido asimiladas en la virtud de la razón, hasta que no hubiese
empleado el tiempo suficiente para completar el proyecto emprendido e indagar
el verdadero método con el fin de conseguir el conocimiento de todas las
cosas de las que mi espíritu fuera capaz. (R. Descartes: Discurso del Método II).
2. Comentario del texto:
Apartado a)
Explicación de las expresiones subrayadas.
Apartado b)
Exposición de la temática del mismo.
Apartado c)
Justificación del tema del texto desde la posición filosófica del autor.
*Duración: 50
minutos. Atención: si estas
cuestiones hubiera que resolverlas en un examen de Selectividad, habría que
intentar hacerlas en 45 minutos; dejando los restantes 45 para 1)
Contexto histórico, cultural y filosófico del autor del texto, y 3) Relación
del tema elegido con otra posición filosófica del autor y valoración razonada
de su actualidad.
*Nota: es
conveniente no pisar ni en el tema del texto ni en el análisis de los términos
lo que después se planteará como justificación-
2. a) Explicación de las expresiones
subrayadas.
Razón: Para Descartes,
la razón es la única fuente fiable de conocimiento, la única que puede
garantizar unos conocimientos seguros, que posean certeza. Esta razón, que se
aplica al conocimiento teórico de la verdad y al ordenamiento práctico de la
conducta, es una y la misma. Las opiniones y creencias erróneas no provienen de
la razón en cuanto tal, sino del mal uso que de ella se hace debido al empleo
de métodos inadecuados o a su ausencia. La razón utiliza dos modos de
conocimiento, la intuición (la razón capta las naturaleza simples u objetos sin
posibilidad de duda o error) y la deducción (las que se siguen de las
naturalezas simples captadas por intuición, objetos más complejos). Aunque la
razón posee dos facultades, el entendimiento y la voluntad, en sentido estricto
“razón” es sinónimo de entendimiento.
Método: En general,
“método” significa camino. De esta forma, el método sería el camino que se
utilizará para alcanzar conocimientos verdaderos. Descartes entendía que el
método adecuado es el método deductivo, que tan buenos resultados había dado en
las ciencias formales, si bien es cierto que hasta entonces aún presentaba
ciertos errores y confusiones en su utilización. Descartes simplifica el método
en 4 “reglas ciertas y fáciles mediante las cuales el que las observe
exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero y llegará al conocimiento
verdadero de todo lo que es capaz”. El método es necesario para que la razón
consiga la verdad.
2.
b) Exposición
de la temática del mismo.
Este texto pertenece a la 2ª parte del
“Discurso del Método”. En esta 2ª parte, Descartes indaga acerca del método que
debe seguir para reconstruir el sistema entero del conocimiento desde sus
cimientos, desde la razón misma. No en vano, como todos los racionalistas (fue su fundador), Descartes afirmaba la autosuficiencia de la razón. Y dado que para Descartes la razón es única,
solo puede haber un único saber aun cuando se aplique a objetos diversos.
Descartes se propondrá la tarea de
encontrar el método que responda a la dinámica interna de la razón. Y puesto
que es única, de manera prioritaria interesa conocer su estructura y
funcionamiento, para poder aplicarla correctamente y, de este modo, alcanzar
conocimientos verdaderos y provechosos. Por tanto, no será un método particular
para una ciencia concreta, sino un método universal aplicable al conocimiento
general. Pero para ello, Descartes sostiene que en este estudio es necesario
adoptar algunas preocupaciones. La primera es evitar la ligereza, que ya había
criticado un poco antes. La segunda, actuar con circunspección, o sea, analizar
las cosas con mucho cuidado para no caer en errores. La tercera, no abandonar
las opiniones previas, prerracionales, las que había recibido en su formación
anterior, como la filosofía escolástica, hasta no haber terminado el proyecto
de reforma y no haber descubierto el método adecuado. Para este método basado
exclusivamente en la razón, entiende Descartes que es necesario que hasta que
la razón no muestre qué conocimiento, qué verdades pueden aceptarse como
verdaderas por ser evidentes, no puede prescindirse totalmente de las opiniones
y creencias que anteriormente había compartido.
A continuación, Descartes se planteará
el estudio del método deductivo que se venía aplicando en las ciencias formales
(geometría, álgebra, lógica), que si bien se había utilizado con diversos
errores, como continuará un poco más adelante, también ofrecía buenos
resultados. Finalmente lo simplificará en cuatro reglas.
2. c) Justifique el tema
del texto desde la posición filosófica del autor.
La primera regla,
la evidencia, consiste en no aceptar como verdadera cosa alguna que no sea
clara y distinta. Entiende Descartes dos modos de conocimiento: la intuición
(“luz o instinto natural” que tiene por objeto las naturalezas simples: por
medio de ella captamos inmediatamente conceptos simples emanados de la razón
misma) y por deducción (sucesión de intuiciones de natrualezas simples y de
lasconexiones entre ellas). La segunda es el análisis (consiste en descomponer
hasta llegar a los elementos simples) La tercera es la síntesis (reconstrucción
deductiva de lo complejo a partir de lo simple). Por último, la enumeración,
que es la revisión del proceso afín de cerciorarse de no haber cometido ningún
error.
Como nos ha
anuncia en el texto que comentamos, Descartes quería construir un sistema de
conocimientos de cuyas proposiciones no se pudiese albergar ningún tipo de
duda. Una vez simplificado el método en estas cuatro reglas, el problema al que
se enfrenta para aplicarlo, es encontrar esa primera verdad que fuera evidente
por sí misma, absolutamente cierta y a partir de la cual poder continuar con la
deducción. Descartes tenía motivos para no aceptar verdades que se presentaban
como tales. En primer lugar porque aunque es improbable que los sentidos nos
engañen, la improbabilidad no significa certeza (las falacias de los sentidos
que nos inducen a veces a error). En segundo lugar porque no podemos estar
seguros de distinguir entre la vigilia y el sueño. Por último (Descartes añade
posteriormente un motivo más radical), dormidos o despiertos, las verdades como
las de las matemáticas son ciertas, pero tal vez pueda existir un genio maligno
que nos haga creer en su certeza no siendo así. Por tanto, es necesario
eliminar esos motivos de duda si se quiere aplicar con éxito el método.
Encontrar esa primera verdad parecía tarea imposible y que abocaba al
escepticismo. Pero Descartes de una cosa no puede albergar la más mínima duda:
del hecho de estar pensando y estar dudando, el ser una cosa que piensa (res
cogitans); de ahí su célebre frase “pienso, luego existo”. Encontrada esa
primera verdad, la existencia del sujeto que duda y piensa, absolutamente
cierta, Descartes se pregunta por aquello que hace que esta proposición lo sea.
Consiste en la claridad y distinción con que se percibe. Este criterio de
certeza o regla general le servirá para saber cuándo podemos admitir una
proposición como verdadera, como el hecho de saber que yo, como sustancia
pensante, soy una cosa diferente del cuerpo.
Pero hasta ahora
lo único que Descartes ha admitido es el ser una sustancia pensante. ¿Cómo
demostrar la existencia de la realidad extramental? Tenemos la idea de mundo y
de existencia, pero con ello no podemos decir que quede demostrado que el mundo
exista. ¿Cómo salir del pensamiento, de esa primera verdad que hemos alcanzado?
Para ello Descartes analiza el pensamiento. Su actividad consiste en pensar
ideas. Entre ellas encuentra las que parecen provenir del exterior
(adventicias) y las que surgen de unir otras ideas (facticias). Ninguna de
ellas le sirve para demostrar la existencia del mundo. Pero también encuentra
otro tipo de ideas que no son ni adventicias ni facticias: son innatas. Por
ejemplo la idea de infinito, que asocia a la idea de Dios. Mediante el
argumento ontológico y la causalidad aplicada a la idea de Dios, Descartes
demuestra su existencia.
Demostrada la
existencia de Dios, Descartes sí puede afirmar la existencia del mundo
despejando cualquier sombra de duda: Dios, perfecto y sumamente bondadoso, no
puede permitir que me engañe al pensar que el mudo existe; por tanto, el mundo
existe. Admitida la existencia del mundo, constituido de extensión y movimiento (cualidades primarias,
las únicas cuya existencia garantiza Dios), se podrán deducir la física
y las leyes del movimiento, deducción que el propio Descartes llevó a cabo,
cumpliendo el objetivo que se plantea en el texto que comentamos.
De esta manera, la
realidad para Descartes quedaría constituida por tres sustancias: Dios o
infinito, pensamiento (res cogitans) y extensión (res extensa). Aunque en rigor
solamente podría haber una única sustancia “todo aquello que existe y no
necesitas de otra cosa para existir” (Dios), al insistir Descartes en que el
alma (pensamiento) es una sustancia distinta del cuerpo (cosa extensiva), lo
que pretende es salvaguardar la libertad del alma, evitando el mecanicismo
determinista de la materia. Con ello se observa también la raíz antropológica
del pensamiento cartesiano y su profunda preocupación por el ser humano,
tratando como objetivo de su filosofía el fundar la libertad en la razón para
así conseguir la felicidad y perfección humanas.
Francisco, en el libro aparece la idea de infinito pero en los textos de Descartes aparece la idea de perfección. ¿Podemos hablar siempre de la idea de perfección para así no confundirnos a la hora de comentar los textos?
ResponderEliminarUn saludo.
Juan Manuel, lo más correcto es referirse siempre a los textos que comentamos del "Discurso del método". En ellos utiliza la idea de perfección, tanto para aplicar el argumento ontológico como el de la causalidad aplicada a la idea de Dios. Si te fijas en el tercer texto, en la explicación del texto me valgo de ambas ideas, una -la de perfección- para referirme a cómo demuestra la existencia de Dios en ese texto, y la otra -la de infinitud (que no aparece en el texto)- para demostrar la existencia de Dios mediante la causalidad aplicada a esa idea. Si en el texto a comentar apareciera la causalidad aplicada a la idea de perfección, entonces podrías referirte solo a ella o, si vas bien de tiempo, añadir que también Descartes emplea la idea de infinitud.
ResponderEliminarEspero que te haya quedado claro. de no ser así, vuelve a preguntar.
Francisco, en la fotocopia que diste de Descartes como solución a la cuarta pregunta sólo aparece la relación entre Descartes y Ortega y la valoración de su actualidad pero no incluye nada de la opinión personal como si es en el caso de las fotocopias de Marx, Platón y Ortega. Podría comentar como opinión personal que Descartes, quien elimina todo aquello de lo que se pueda dudar no dude de la existencia de Dios? Si cae esta idea, caería toda su filosofía a partir de la demostración de la realidad extramental. Además, también podría mencionar que el método cartesiano tiene una aplicación limitada pues sería útil en ciencias como la física o las matemáticas pero en otros ámbitos que tengan una mayor relación con el mundo sensible, como las disciplinas humanísticas no?
ResponderEliminarGracias.
Marta, la valoración personal va incorporada en el mismo apartado de la actualidad del pensamiento cartesiano. Ahora bien, si quieres añadir algo más si el texto aludiese a la demostración de la existencia de Dios, sí que podrías hacerlo respecto a la identificación que Descartes hace de la idea de infinito con la de Dios, cuando realmente podemos pensarla como oposición a la de finito. También, respecto al argumento ontológico, puedes señalar la misma crítica que hace Tomás de Aquino: de la idea (esencia) pensada del ser perfecto, solo podemos concluir en su su existencia pensada, pero no en su existencia real, fuera del pensamiento.
ResponderEliminarRespecto a lo que dices sobre la aplicación del método deductivo exclusivamente, es válido en las ciencias formales (matemáticas y lógico) y en partes de la física teórica. Pero en general, en las ciencias empíricas o experimentales (física, química, biología, medicina, etc.) es necesaria la observación y la experimentación, aunque también se aplique la deducción cuando se matematizan las hipótesis y las teorías (como sostiene el método hipotético-deductivo).
Espero que te lo haya aclarado. Suerte.
¿Cuáles son las ideas de este texto?
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